
Es obvio, que tampoco entendieron mi intento de ser mimo, esa historia en particular fue muy triste, porque cuando decidí ser mimo mis padres no me dejaron, cuando logre convencerlos no tenían dinero para mandarme a clases de mímica, cuando conseguí el dinero me lo robaron, cuando estaba a punto de darme por vencida, me encontré con un mimo anciano callejero que se ofreció a darme clases gratis, y cuando al fin conseguí a un maestro este se murió de viejo y así fue que tampoco el ser mimo me funciono, quizás por eso ya después ni siquiera yo entendí mi extraña temporada de mago!!!
Triste tu historia, más la del mimo, pero piensa que por algo pasan las cosas, tal ves, sólo tal ves, eso no era para ti...
ResponderEliminarUn abrazo desde la lejanía... Animo.
Te sigo!
Hola hermosa:
ResponderEliminarMe gusto tu historia y ligero toque de ficcion mezclado con un lejano sueño infantil.
Ya sabes que me te sigo VUELVE a mantenerte escribiendo asi se hace!