lunes, 7 de septiembre de 2009

LETRA 3: ANOCHECIENDOTE


Brenda abre sus ojos como cada mañana y extiende sus manos hacia el pequeño haz de luz que se filtra a través de las cortinas



–Tengo que levantarme? – Dice; con un fastidio casi tan irónico como su melancolía.


-Hoy se cumplen 2 años lumiere, 2 años de que se fue -y con un salto deja la cama atrás junto con su gato y la lagrima que apenas salió de su rostro.


Brenda posee una naturaleza fuerte, como sus rasgos, mide 1.70 de altura, tiene la piel apiñonada, no es delgada pero tampoco esta pasada de peso, con ojos obscuros al igual que su cabello corto y desalineado, nada fuera de lo normal en una lesbiana que no es fea ni parece hombre.


-TOC TOC; - Ay por Dios! Ya llegaron estas viejas? Pero si las acabo de dejar en el antro!!!- y se dirige a la cocina haciendo caso omiso a la puerta.

-Rubí y Almendra tocan la puerta solo por educación ya que la destreza de Rubí para abrir puertas es conocida por Brenda, tanto que ya no se molesta en bajar a abrir


–Mira está viva!!- Dijo Rubí en cuanto entro y subió las escaleras.


Rubí es una chica bajita, como de 1.57 de altura, de cabello rubio y ojos color miel, con la piel extremadamente blanca, delgada casi al extremo, pero con grandes atributos para su estatura y posee una personalidad muy escandalosa, sazonada con un humor bastante negro.


–JAJAJA Ya deseas mi muerte babosa? Porque has de saber que no está tu nombre en mi testamento hee jajaja – contesta Brenda desde la cocina


– no, no para nada tonta, es que aquí la Srta. Almendra estaba sumamente preocupada por tu salud y juraba que te cortarías las venas en algún momento de la noche

Brenda sale de la cocina con un café en la mano - Ay pero que arregladas están, acaso ya se van a trabajar?

-De verdad que estas enferma! –dice Rubí, poniendo su mano sobre la frente de Brenda -Anda y fíjate en la hora… corre!!!


–Brenda se acerca al viejo reloj cucú que hay en la biblioteca – AHHHHHHHHHHH Son las 3:15 pm!!! -desde afuera se oye el grito de Brenda que se hace uno con la carcajada que suelta Rubí!


-Nosotras ya regresamos de trabajar – dijo Almendra con un tono tan suave como el viento.

Almendra es una chica frágil y tierna, quien mide 1:67 de altura con piel blanca y cabello castaño adornado con caireles largos, ojos color verde obscuro y un sexy lunar sobre el lado derecho de la boca, tiene un cuerpo descomunal, pero lo oculta bien debajo de la increíble cantidad de ropa que usa.

-creo que deberías apresurarte porque en una hora viene tu amorcito!! –dice Rubí con la sonrisa en los labios, mientras entra a la biblioteca.

-¿Qué “Amorcito”? – Pregunta Brenda un tanto molesta por las continuas burlas de Rubí.

-Pues cual va a ser, si hoy viene tu doctora corazón!! –Contesta Rubí

-¿Qué?!!! Diana? Pero porque carajos hiciste eso? Como se te ocurre hacerme eso niña tonta?

- Hem, de hecho fuiste tú quien le llamo ayer, no lo recuerdas – Dijo Almendra

-Si es cierto, yo trate de detenerte pero ayer estabas tan ebria que no pude y terminaste hablándole a Diana con la excusa barata de que te sentías realmente mal, jiji ahora que lo pienso le dijiste algo así: “Es que tengo que hablar contigo, me he sentido tan mal físicamente que ya no puedo escribir y eso me perjudica mucho, yo te evitaría la molestia de verme pero la verdad creo que no confío en otra doctora que no seas tú” jajaja


- La cara de Brenda emblanqueció a un grado tal que parecía desaparecer

- Te encuentras bien? –pregunto Almendra

- En verdad yo dije eso?, pero… como pude ser tan estúpida –

Brenda le entrego su café a Almendra y se recargo sobre una barra de madera que estaba justo enfrente del gran reloj cucú


- jajaja estúpida ella, porque al parecer te creyó y dijo algo así: “Esta bien Brenda, iré a verte mañana pero espero que sepas comportarte a la altura de la situación” , y después de eso colgaste y solo lloraste toda la noche.


Creo que deberías apresúrate, ya es tarde- dijo Almendra mientras sostenía el café de Brenda

Vamos yo sé un remedio infalible contra la cruda- dijo Rubí aun con ánimo, pero Brenda se mantenía inmóvil, sosteniéndose de la barra, sin escuchar a sus amigas. Almendra la tomo de un brazo y se dispuso a llevarla a la regadera, fue entonces cuando Brenda la abrazo con fuerza y se soltó a llorar.

-Si tanto la quieres, porque no se lo dices? – Dijo Rubí en un tono casi compasivo.
- No puedo, no puedo perdonarme lo que hice, no puedo


- Quieres que le llame para cancelar? –Dijo Almendra

-Creo que ya es demasiado tarde, su carro se esta estacionando- dijo Rubi mientras se asomaba por la ventana de la biblioteca.


Almendra se llevo a Brenda a la regadera – Te dejo para que te bañes- dijo Almendra mientras cerraba la puerta.


-Porque hiciste eso? La ventana de la biblioteca da al jardín no a la calle, Tu bien sabes que Brenda no es estúpida y esta es su CASA!!! Te va a golpear en cuanto salga de la ducha!!!


-Si no lo hubiera hecho, Brenda no se hubiera levantado nunca del suelo y entonces si llegára Diana y viera esa escena de seguro se da la media vuelta y no vuelve jamás, además creo que tienen que hablar, ya pasaron dos años y no se han visto, ni se han llamado, ya es justo que levanten el velo de la duda y quizá hasta puedan ser amigas.


- No crees que regresen? – pregunto Almendra con curiosidad
- No- contestó tajante Rubí.


Al cabo de una hora Brenda ya estaba lista y arreglada dándole de comer a su gato, el mismo que en la mañana había saltado a su cama, el mismo gato que Diana adoraba cuando Brenda se lo regalo y el mismo que dejo en aquella casa cuando se fue.


-Ahora si ya llego!!- Grito Rubí


Brenda emitió un gruñido como respuesta a la pequeña jugarreta que le había hecho su amiga una hora atrás.


-Dile que estoy en el jardín- contesto Brenda quien había dejado a un lado la tarea de servirle la comida al gato para correr a poner la mesa de té en el jardín mientras Almendra lo preparaba en la cocina.

Rubí abrió la puerta y dejo ver a una sensual Doctora de 1.68 de altura, delgada, de piel apiñonada, con ojos grandes y profundamente negros, del mismo color que su cabellera, lacia y larga.

-Hola Rubí, cuánto tiempo sin verte- dijo Diana al entrar a la casa que hacía apenas dos años compartía con la mujer de su vida.

Rubí esbozo una sonrisa como saludo, nunca se había sentido cómoda en situaciones como esta, quizá por eso nunca había tenido una relación lo suficientemente larga como para necesitar un prolongado adiós.

Está en el jardín- dijo Rubí finalmente, y señalando con un dedo indico la localización exacta de Brenda quien se podía ver a lo lejos sentada en un árbol de la forma más cómoda posible.

-Pues no se ve muy enferma- dijo Diana con una expresión que no dejaba lugar a la compasión

-Pues sí que lo está- contesto Rubí mientras miraba fijamente a Diana, apoyando a su amiga.

Al llegar al jardín se encontraba a la sombra del árbol una pequeña mesita de té, con un juego de tazas que parecieran de muñeca, las tazas contenían un delicioso te de manzana con un aroma inigualable y al centro de la mesa unos panquecillos que adornaban la imagen, convirtiéndola en un cuadro perfecto en medio de aquel inmenso jardín.

Brenda bajo de un salto del árbol y sus ojos hinchados de tanto llorar se vieron nublosos al colocar la imagen de Diana en aquel hermoso cuadro.


-Como te sientes?- pregunto Diana
-Mal- contestó Brenda


Diana comenzó a sacar su equipo médico para revisar a Brenda como un paciente cualquiera, sin percatarse de la naturaleza de las palabras de Brenda.


-Has sentido molestias por la noche? – Pregunto Diana


-Sí, y no me dejan dormir - Contesto Brenda
-Estuve internada hace como año y medio y fui a dar a tu hospital- comento Brenda

-Algo escuche- dijo Diana


Después de un corto análisis y un prolongado silencio incomodo Diana dijo: -Pues tal parece que solo necesitas tener más cuidado con tu salud, te recetare un medicamento y algo de reposo, fuera de la cruda que traes encima tu arritmia va bastante estable


Brenda se puso roja al escuchar el reclamo medico de su ex novia


– Lamento haberte hecho venir, debió ser muy incomodo- dijo Brenda apenada
-He tenido peores momentos- contesto Diana, infalible


Si tan solo pudiera decirte cuanto te amo –pensó Brenda – si pudiera explicarte que no hay momento del día en que deje de arrepentirme por haberte lastimado, si pudieras perdo… nar…me; perdón? – Brenda sabia que eso no era suficiente, no había palabra que consiguiera describir la traición que cometió, y como podía esperar que Diana la perdonara si ella misma no soportaba verse a la cara.

En ese momento Brenda supo que la había perdido para siempre, lo supo ahí, en el jardín, lo supo hace dos años cuando Diana abrió la puerta de su habitación y encontró la cara de Brenda en medio de las piernas de Gloria, Brenda supo que había perdido a Diana desde el momento en que se llevo a Gloria a la cama el mismo día de su aniversario, pensando que Diana estaría de viaje y supo que la perdió al no premeditar que Diana cancelo el viaje para darle un lindo detalle a su novia por sus 5 años juntas…


-Me tengo que ir- dijo Diana y finalmente saco a Brenda de su letargo – y te voy a pedir que no me marques mas, busca a otro médico y evítame la pena de tener que regresar.

-Diana, porque viniste? – pregunto Brenda quien estaba sentada en el pasto, al lado de la hermosa mesita de té, inmóvil, casi inerte, con la cara pálida y los ojos llorosos.


-Porque tú me llamaste- contesto Diana algo molesta.


-Muchas otras veces te llame y no me respondiste- porque ahora si lo hiciste?, porque viniste?


Diana quería decirle que aun la amaba, que había deseado odiarla y había intentado maldecir su nombre durante dos años enteros pero nunca pudo hablar mal de ella, nunca pudo desearle un mal, incluso cuando Brenda estuvo Hospitalizada, Diana pasaba a revisarla todas las noches mientras dormía y deseaba que se recuperara, diana quería decir tantas cosas… pero no pudo, el coraje no la dejo.

-No lo sé Brenda, no lo sé –dijo Diana; Pero no lo volveré a hacer.

Brenda se levanto del pasto y miro a Diana con los ojos llenos de lágrimas, le tomo una mano y la beso suavemente con un gesto de caballerismo, Diana solo evadió la mirada.


-Adiós Brends- dijo Diana con un notorio nudo en la garganta mientras sentía las lagrimas de Brenda correr por su delgada mano.
-Adiós Corazón- susurro Brenda mientras veía como se alejaba Diana.


Mientras tanto desde la ventana de la biblioteca Rubí y Almendra espiaban la dolorosa separación.


-Prométeme que cuando me pongas el cuerno no serás tan dramática- dijo Rubí mientras sostenía la delicada cintura de Almendra.

-No deberías burlarte del dolor ajeno Rubí, además yo nunca te podría engañar porque no somos novias- dijo Almendra mientras se sonrojaba por la cercanía de Rubí.

-Ah no? –dijo Rubí esbozando una sensual sonrisa.

Y mientras Rubí besaba apasionadamente a Almendra para quitarle la ropa, sus cuerpos calientes y desnudos eran testigos de una separación definitiva que dejaba atrás un par de corazones rotos.


“El reloj cucú suena estrepitosamente anunciando la caída de un imperio construido sobre sueños y las 9:00 en punto de la noche.” .- FIN.

2 comentarios:

  1. Wooow!!!
    Me encanto es tan ligero pero al mismo tiempo esconde un transfondo muy grande,
    sobre todo entre Rubi y Almendra siento que
    hay algo en esas dos que es muy envolvente
    apesar de ser secundarios.
    Que te pudeo decir son maravilosos todos tus escritos.
    Sigue asi!

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  2. EXELENTE! una redaccion muy clara y de lectura ligera :D me gusto bastante muy bienos escritos estare aqui mas seguido para percatarme de nuevos fragmentos :3 y repito nuevamente: exeeeeleeente!

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